Pintar la casa es una de las reformas preferidas, más sencillas y con mejores resultados que podemos hacer nosotros mismos. Renovar la pintura o decidirse a cambiarla, sin duda, es uno de los recursos más utilizados para darle un aire diferente a la vivienda.
La fuerza transformadora de la pintura es increíble y las posibilidades son muy variadas. Si optas por un tono neutro o más claro, tendrás la sensación de haber ganado mucha amplitud; si te decides por un color más intenso, el lugar será más cálido y acogedor; y si te gustan los acabados brillantes, darás un toque diferente y más personal.
Si ya has decidido los colores y estás preparado para comenzar, sigue estos consejos para pintar tu casa tú mismo y conseguir un resultado perfecto y profesional.
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ELIGE LA FECHA ADECUADA
La clave de pintar y hacerlo bien es hacerlo sin prisas, con paciencia y sin la necesidad de acabar porque tenemos otras cosas que hacer. Es recomendable hacerlo en vacaciones o cuando tenemos tiempo libre. Por otro lado, y aunque suene extraño, también hay que tener en cuenta el clima. Te recomendamos pintar en días soleados o cálidos para que los tiempos de secado se reduzcan. Esto es importante y se vuelve un reto en días húmedos o lluviosos, ya que no podemos abrir las ventanas.
HAZ UNA LISTA DE MATERIALES
Cuando emprendemos la tarea de pintar la casa, caemos en el error de pensar que solo necesitamos la pintura y las brochas, pero no es así. Es importante realizar una lista previa de todo lo que vamos a necesitar para evitar tener que parar cuando ya hemos empezado. Esta lista puede variar en función de la parte que vamos a pintar, aunque los más básicos serían:
- Pintura de calidad
- Rodillos adecuados para el tipo de pared y un extensible
- Cubeta antigoteo para rodillos
- Masilla y lijas para reparar imperfecciones
- Una escalera segura para llegar a las zonas más altas
- Cinta de chapita o pintor
- Una brocha adecuada para los detalles y las esquinas
- Plástico o papel protector para muebles y suelo
- Ropa que no te importe manchar
- Un trapo para limpiar rápidamente las gotas o manchas
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PLANIFICA ANTES DE EMPEZAR
Cuanto más vacías estén las habitaciones, más cómoda será la tarea. Elige una estancia como base en la que puedas guardar todo aquello que pueda estorbar y que puedas retirar de otras habitaciones. Te recomendamos que empieces por la más vacía, porque una vez terminada, te servirá para liberar el resto, facilitándote el movimiento y el trabajo.
ELIGE LA PINTURA ADECUADA
La pintura más adecuada se debe escoger teniendo en cuenta dos factores fundamentales: el material sobre el cual va a pintar (yeso, ladrillo, fierro, madera, etc.) y el lugar dónde se va a pintar, si es en interiores o exteriores. Teniendo en cuenta esto, te recomendamos que, si las paredes están en buen estado, utilices pintura plástica para todas las estancias, incluso el baño y la cocina. Cada vez son más naturales y apenas desprenden olor. Aunque este tipo de pintura no es la única: tienes otras opciones como pinturas tixotrópicas de alta cubrición, antialérgicas, ecológicas, libres de olor y esmaltes, entre otras. Un consejo imprescindible: no olvides anotar siempre la referencia de la pintura seleccionada. Puede venir bien como referencia para otros elementos de decoración y por si has calculado mal y se acaba la pintura a mitad del proceso.
- Extra. ¿Cómo calcular cuánta pintura vamos a necesitar?
Antes de empezar, debemos prever cuánta pintura vamos a necesitar. Para ello, debemos medir los metros cuadrados de la estancia, tanto del techo como de las paredes. Con esta medida, una vez en el establecimiento, debemos fijarnos en el envase de la pintura, donde está señalado para cuántos metros sirve.
LIMPIA Y PREPARA LAS PAREDES
Como paso previo a pintar tu casa de manera sencilla, hay que revisar las paredes. Si están en mal estado por grietas u otro tipo imperfecciones hay que realizar una serie de acciones para mejorar la superficie y dejarla lista para la pintura. Hay que lijarlas, limpiarlas de polvo, darles una imprimación y enmasillar antes de pintar si fuera necesario. Ten en cuenta que la pintura, por sí misma, no elimina esos posibles fallos.
PROTEGE MUEBLES Y CUALQUIER SUPERFICIES
El plástico o el papel protector son dos buenas opciones para proteger los muebles y otras superficies expuestas. Fíjalas con cinta y no dudes en utilizarlo de manera doble si crees que es insuficiente. Utiliza también cinta de chapista o de pintor en interruptores, zócalos, esquinas de techos, puertas y marcos y, si tienes, también la caja de las persianas. Esta parte no solo protege, sino que facilita el trabajo con los detalles.
RESPETA LOS TIEMPOS DE SECADO
Una vez dada la primera capa, tanto si crees que necesita otra, como si no, es imprescindible respetar los tiempos de secado que recomiende el fabricante de la pintura que hemos seleccionado. Aunque a veces parezca que ya está seco, cada fabricante requiere un tiempo y es importante seguir las instrucciones de cada uno. Si tienes la paciencia adecuada, los resultados serán óptimos.
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SÉ DETALLISTA Y RETOCA SI LO NECESITAS
Una vez compruebes que las capas necesarias han secado, no dudes en retirar la cinta de los zócalos y otros lugares en los que la hayamos necesitado. Suelen secarse y al tratar de quitarla romperse, siendo muy laborioso quitarla por completo pudiendo causar desperfectos en el trabajo realizado. Una vez quitada la cinta por completo, retoca todo lo que veas necesario.
¿Te animas a pintar tu casa de manera sencilla y a darle un nuevo aire a tu hogar poniendo en práctica estos consejos? Si los sigues, te asegurarás una pintura perfecta y sin imprevistos.
Y, recuerda, en Chafiras contamos con un equipo de profesionales técnicos y asesores dispuestos a resolver, de forma personalizada, todas las dudas que puedan surgir.
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