La cerámica de exterior resulta un material ideal para el suelo de la terraza, el balcón o el jardín por su resistencia, asequibilidad, funcionalidad y versatilidad decorativa, ya que nos permite seleccionar entre una gran variedad de acabados, colores, tamaños y formas. Además, resulta fácil de instalar y en general, es de fácil mantenimiento y limpieza.
Entre las características que definen la resistencia de este elemento, podemos encontrar baldosas de baja porosidad y poca absorción de agua, lo que significa mayor resistencia a las heladas y, por lo tanto, menor posibilidad de romperse o agrietarse por el efecto del frío, tolerando mejor los cambios de temperatura. Asimismo, este ofrece cuatro grados diferentes de dureza en la escala de PEI, donde entre más alto es el valor, mayor es la resistencia frente a la abrasión de productos químicos, la erosión y el rayado y mayor su durabilidad respecto al desgaste por las inclemencias del tiempo, el tránsito y el uso. Cabe destacar la importancia del efecto antideslizante que posea la cerámica para exterior de forma que resulte más segura.
Respecto a su versatilidad decorativa, existen distintos acabados capaces de proporcionar al exterior un toque de personalidad según los gustos de cada uno. Estos son los más relevantes:
Efecto natural
El suelo de aspecto natural consigue crear un ambiente con un toque rústico o artesanal gracias a sus colores y a su peculiar diseño. Como desventaja, debemos mencionar que este tipo de baldosa es más sensible a las manchas.
Efecto piedra
Otra manera de dotar de naturalidad al exterior es apostando por el efecto piedra, el cual aporta calidez y durabilidad a nuestro jardín o terraza. Entre su gran variedad, podemos encontrar diversos tipos de colores y acabados.
Efecto madera
El efecto madera es una apuesta segura si lo que queremos es darle un toque de confort a nuestro exterior, pues de esta forma se combinan la naturalidad de la madera con la durabilidad del porcelánico ya que no se deforma, no cambia de color, es fácil de limpiar y requiere un mínimo mantenimiento.
Efecto cemento
Los suelos de cemento añaden modernidad y autenticidad a la estancia. Es ideal para los espacios urbanos, arquitectónicos o contemporáneos con espíritu industrial. Sus colores neutros y sencillos lo hacen apto para un estilo minimalista aportando elegancia y estilo.
Efecto mármol
Elegancia y sofisticación. A diferencia del mármol natural que debe ser cuidado para conservar su apariencia original, la cerámica de exterior con aspecto mármol resulta, una vez más, la mejor opción dado su bajo mantenimiento.
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